Estar/Ser la bala que disparan, el objetivo de la bala

Si, muchas veces no nos damos cuenta de hasta qué punto podemos estar sin quererlo en algún “fuego cruzado” (ajenos a ello) donde las palabras se transformen en un “vocabulario-de-balas” muy particular. Y un lugar donde todo “apunte” (nunca mejor dicho) a intenciones de querer herir. Bueno, ese refrán que dice: // “No hiere quien quiere, sino quien puede” // al final hasta habrá que tenerlo en cuenta. Que el “tiro” puede cambiar de “trayectoria” y dejar las palabras de cierta gente en un dudoso “afilado” y sin ese “objetivo de impacto” hecho con tanta alevosía.Y, por cierto, cuando haya alguna de esas personas que se quede con algo en esa particular “recámara” gramatical, pues a pensarlo dos veces antes del ataque porque podría resumirse el evento en un simple “fogueo” convertido en “pólvora mojada”.

Si al final, después de todo, se agradecerán estas “batallitas” que se suelen inventar a costa de la persona; porque se dará por hecho que todo eso nos hará más fuertes. (Vaya tema tan “embalado”. Razones hay. Así que, a seguir con la fiesta de las conciencias tranquilas y a disfrutar del punto y aparte … a conciencia. ¿Fuego a “discreción” …? Si, eso, por una vez, a ser discretos).

Y siempre sale lastimado gente que no tiene nada que ver, así como en las guerras, siempre salen muertos y quebrados los inocentes, así como en la vida, te cruzas con gente que lo único que quiere es pasarte por encima y verte mal, porque así hace su felicidad acosta tuya, que se puede decir de esas personas...no se diganmelo ustedes, yo ya no sé...Siempre termina lástimado alguien que no merece terminar asi, la verdad no creo que se pueda construir una felicidad acosta de lástimar a alguien inconscientemente o no, asi la felicidad no se construye, tal vez el tiempo demuestre que esos balazos no sirvieron de nada, que esas balas a propósito terminaron de matar a la otra persona y que al final, al final, quien disparo es quien va a terminar peor que todos aquellos inocentes que tuvo que pisar y matar, para crearse una felicidad efimera y mentirosa